Valencia, recuperemos la dignidad
Posted 17 octubre 2009
on:- In: Actualidad | Opinión | Política
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El análisis de los miles de folios del caso Gürtel va dejando al descubierto intereses, objetivos, comportamientos, y amistades peligrosas frecuentadas por los responsables políticos del Gobierno Valenciano del PP.
Respecto a los intereses, parece evidente que los ciudadanos de la Comunidad no han sido su preocupación principal. Camps ha gobernado pensando sólo en sus amiguetes, en toda esa caterva de indecentes aduladores, pelotas y buscavidas que han hecho fortuna acariciando el lomo del jefe.
El objetivo de su gobierno no ha sido nunca favorecer a quienes más lo necesitan, o defender las prioridades de todos los Valencianos, sino atender las demandas particulares de grupos de poder e influencia, como la iglesia católica, cediendo a sus presiones.
Prueba de ello es la noticia que hemos conocido hoy: la Generalitat, el Ayuntamiento y la Diputación de Valencia gastaron doce millones de euros en la visita del Papa a la ciudad en 2006. Nada menos que dos mil millones de las antiguas pesetas invertidas en un día de propaganda y exaltación de la religión católica. Parece ser que una parte de esa cantidad fue a parar, en forma de comisiones, a bolsillos particulares (otra vez Gürtel), o a las arcas del PP, ya lo verán los jueces .
El sumario nos descubre también la manera de actuar de nuestro presidente, y de otros dirigentes autonómicos: supuestos favores a cambio de regalos y presuntas contrataciones irregulares para obtener beneficios personales. Debemos añadir a esto lo que ya conocemos desde hace años en Valencia: amiguismo, clientelismo, enchufismo, comportamientos poco democráticos, y desprecio absoluto al pueblo que representan.
El lamentable espectáculo ofrecido por Camps en estos últimos días, obligado a destituir a su mano derecha, y hasta ahora principal colaborador, Ricardo Costa, nos muestra un rasgo definitivo de su personalidad egoista y débil, y de su manera egocéntrica de entender el poder.
De sus amistades, qué decir que no haya sido dicho. Los amiguetes del alma, aquellos a los que quería un huevo y con quienes el presidente tenía que hablar «de lo suyo, porque es muy bonito», están en la cárcel, por chorizos.
Con este panorama que pinta en la Comunidad, no debe extrañar a nadie que se me revuelva el estómago cada vez que uno de nuestros gobernantes alude al estado de felicidad permanente que, según ellos, se vive en Valencia.
Dice José Antonio Marina en su libro Aprender a vivir, que «una buena vida consiste en la consecución de tres grandes metas, en la conquista de tres grandes bienes: la salud, la felicidad, y la dignidad». Relaciona dignidad y felicidad, y asegura que sólo viviendo en un mundo digno podremos realizar nuestros propios proyectos de felicidad.
Si aceptamos la teoría de Marina, llegaremos a la conclusión de que un pueblo como el Valenciano, sometido a un proceso de despersonalización y destrucción moral extrema por parte del gobierno del PP, sólo volverá a ser feliz cuando recupere su dignidad. Para ello, la opción es clara: apartar de la vida pública a quienes nos mienten, manipulan, menosprecian, deshonran y avergüenzan.
5 respuestas to "Valencia, recuperemos la dignidad"
Ahora dicen que el hermanito mayor de Costa le quiere disputar el puesto a Camps
Va a ser muy complicado que lo logre
1 | Júcaro
17 octubre 2009 a 12:13 pm
Permítame un apunte de perogrullo: Valencia no tiene que recuperar la dignidad. Valencia no es indigna. La indignidad en este caso, como en tantas otros, está en detminados dirigentes. Valencia no tiene que recuperar la dignidad, bastaría con recobrar un poco de sentido común para apartar a quienes transmiten una imagen del pueblo valenciano que no se corresponde con la realidad.