Posts Tagged ‘docencia’
Mejor no saberlo
Posted 15 enero 2009
on:Ser padre, o madre, no es condición indispensable para ejercer la docencia; tampoco garantiza un plus de profesionalidad, no asegura mayor capacidad de trabajo, ni supone una ventaja respecto a los compañeros y compañeras que no lo son.
Ser padre o madre, y docente, te lleva, en ocasiones, a ser contradictorio, y a combatir siempre la contradicción. Te ayuda a vivir el aula de manera diferente, y a descubrir una enorme variedad de grises en la paleta de colores que cada día dibujan las relaciones profesor-alumno.
Si fuera mi hijo, ¿le hubiera dicho esto?, ¿me gustaría que a mi hijo lo hubieran tratado así?
A veces, me da miedo escuchar comentarios, me inquieta lo que veo, ¿tendrá este compañero hijos en otro centro?, ¿querría para su hijo un profesor como él mismo?
Sesión de evaluación. El tutor le hace ver que ha dejado sin evaluar a dos alumnos. Se sorprende al principio, pregunta a un compañero, ¿y tú qué le has puesto? Mira un instante al techo… Ponle lo mismo, entonces.
¿Se jugará mi hijo, también, el curso así?
Un día triste
Posted 8 diciembre 2008
on:Es su primer año en el instituto, no le doy clase y, como es una de esas alumnas que van a lo suyo, intentando cumplir con su trabajo, evitando meterse en líos, nunca antes me había fijado en ella.
Entró en el despacho acompañada por otro alumno de segundo curso al que sí reconocí enseguida. Pregunté qué les pasaba y, después de mirarse el uno al otro varias veces, como invitándose mutuamente a contar lo sucedido, fue él quien se animó a explicar el problema que ella había tenido unos días antes.
Alguien le había quitado su mochila durante el tiempo de recreo, dejándole los libros de texto, pero llevándose el móvil y un estuche que guardaba en su interior. Ahora, creía haber visto la mochila en el patio, pero no conocía al alumno que se había apropiado de ella, y pedía que le ayudara a recuperarla.
Le pregunté por qué no había venido a denunciar el robo inmediatamente, lo que hubiera permitido descubrir al autor y solucionar el problema más fácilmente, y me respondió que no lo había hecho porque tenía miedo.
– Miedo de qué, le pregunté, ¿piensas que se va a meter contigo cuando descubramos quién es y le obliguemos a devolver lo que es tuyo?
– No, no es por eso, me dijo.
– ¿Entonces, de qué tenías miedo?
– De ti. Pensaba que si te lo decía me echarías la bronca y te enfadarías conmigo.
Después de hablar con el alumno que le había quitado la mochila, y acordar con su madre las medidas a adoptar, de acuerdo con nuestro reglamento de régimen interior, recuperamos lo robado, se aplicó la sanción correspondiente, y el problema quedó resuelto.
Caso cerrado, herida abierta. Después de muchos años de docencia, todavía hay situaciones a las que no me acostumbro, comentarios que no supero, y sentimientos que no digiero. Ha pasado una semana, me sigo sintiendo triste, y aún le doy vueltas, ¿es normal que esto suceda?
Hablemos de formación
Posted 4 octubre 2008
on:Mi querido compañero, te entiendo. Nadie te explicó jamás de qué iba esto, y tú nunca habías soñado con que fuera como es. Pasas de sentarte enfrente a estar frente a tus alumnos; de estar contra el profesor, a ser contra quien se está. ¿Recuerdas cuánto lo hablamos? Siempre lo tuviste claro, ¿la enseñanza? yo, jamás.
Después de la Facultad, currículos sin respuesta, trabajillos en precario, aspirante a mileurista, jefes, turnos, frustración, resistencia, a ver si hay suerte y, cuando ya estabas harto, el C.A.P. y la oposición.
Creías que ya estabas listo, y el primer dia te enfrentas a la cruda realidad: te han enseñado de todo, todo, menos a enseñar.
Bienvenido a la docencia, es lo que querías, ¿verdad?